EN PLAZA GARIBALDI SE INSTAURÓ LA ESCUELA OLLIN YOLIZTLI DE MARIACHI, DONDE SE BUSCA FOMENTAR ESTA TRADICIÓN MUSICAL A TRAVÉS DE SU TEORÍA Y PUESTA EN PRÁCTICA.

La cultura del mariachi en México es un fenómeno que no sólo ha perdurado con el paso del tiempo, sino que también ha traspasado las fronteras físicas de ese país. De hecho, lugares como EE.UU. y Japón cuentan con escuelas oficiales dedicadas específicamente a la enseñanza de este tipo de música.

Por el otro lado, en la República Mexicana, el mariachi parece ser una costumbre para eventos emblemáticos, como ir a cantarle a la novia o el festejo de algún cumpleaños importante. No obstante, se trata de un estilo musical que, dentro del país, se transmite generalmente de “boca en boca”.

En la actualidad, en Plaza Garibaldi se instauró la escuela Ollin Yoliztli de Mariachi, donde se busca fomentar esta tradición musical a través de su teoría y puesta en práctica: se enseña tanto a leer las notas musicales como a interpretarlas con los instrumentos necesarios del estilo; asimismo, a escribir nuevas canciones, conociendo la cultura y la historia del mariachi.

La directora de la escuela, Leticia Soto Flores, nacida en Estados Unidos, considera que es importante que los músicos de este estilo musical conozcan a fondo la historia de todo tipo de música: del mundo, de México y del mariachi. Lo que ella pretende es transmitir su conocimiento y experiencia como mariachi internacional en jóvenes y adultos que estén motivados a ser mariachis: “Si uno quiere aprender, tiene que ir a talleres, a clases particulares o con el abuelito. […] Por ello, el objetivo es abrir más escuelas de mariachis en otros estados, porque el mariachi está en todos lados.”

Ella, etnomusicóloga y violinista de mariachi durante 20 años en Los Ángeles, EE.UU., vino a México a enseñar este estilo de música como parte de una complementación cultural y personal. El deseo de honrar a sus orígenes mexicanos la llevó a formar esta escuela, que se encuentra en “La Meca de los músicos del Mariachi”, en Plaza Garibaldi, en el Centro Histórico de la ciudad de México.

Y así como el proyecto plantea la posibilidad de realizar estudios oficiales en el arte del mariachi, también busca romper los estereotipos de esta tradición como una acepción masculina. Leticia Soto comenta: “Mucha gente piensa que el mariachi es muy masculino, son estereotipos que existen [pero] poco a poco están cambiando. Hay agrupaciones de mujeres en Tlaxcala, Zacatecas, Jalisco, Puebla, Yucatán, Chihuahua, y ellas son muy talentosas.”