La semana pasada, en varios medios y redes sociales comenzó a difundirse la noticia de la extinción del rinoceronte negro. 

En realidad el rinoceronte negro no se extinguió. O bueno, sí, pero no totalmente.

Estas son algunas de las imágenes que circularon la semana pasada en Facebook y Twitter sobre la extinción del rinoceronte negro:

Entonces, ¿realmente se extinguió el rinoceronte negro?

Partamos del hecho de que el rinoceronte negro, cuyo nombre científico es “diceros bicornis”, es una de las 5 especies de rinocerontes que existen en el mundo. De estas, la del rinoceronte negro está subdividida en 4 subespecies, una de ellas es la “Diceros bicornis longipes”, que como les reportamos en su momento, fue declarada oficialmente extinta el 10 de noviembre del 2011.

De acuerdo a la International Union for Conservation of Nature (IUCN) esta subespecie del rinoceronte negro habitaba el oeste de África, sobre todo la zona en Camerún y países circundantes. Esa noticia fue una tragedia ecológica y obviamente fue recibida con gran pesar por los ambientalistas. Aun así, es importante aclarar que esto sucedió hace año y medio y que el rinoceronte negro no se extinguió en su totalidad, sino únicamente la subespecie “Diceros bicornis longipes”.

¿Por qué el tema salió hasta ahora a la luz?, lo ignoramos…

La causa de esta triste pérdida, fue la caza incontrolada e ilegal de este espécimen en gran parte del siglo pasado.

Aunque la UICN considera al resto de las subespecies de rinoceronte negro como “críticamente amenazadas”, están lejos de extinguirse, pues aun se cuenta con una cantidad importante de ellos en cautiverio.

Lo mismo ocurre, por ejemplo, con el Tigre, que de 9 subespecies ya hay 3 extintas.

Es lamentable que se extinga cualquier especie o subespecie, pero parte de su conservación depende de la conciencia ecológica e información adecuada que tengamos al respecto. En este caso, las redes sociales difundieron una noticia vieja e incompleta, pero no fueron más allá.

Por lo pronto, aún hay rinocerontes negros, y esperemos, estén en nuestro planeta por muchos años más.

Sopitas