Durante su más reciente discurso sobre reforma de salud, el presidente Barack Obama ayudó a una mujer que estuvo a punto de desmayarse.
Bromeó diciendo: “eso es lo que sucede cuando hablo demasiado tiempo”.
Cuando Obama llevaba aproximadamente 25 minutos hablando, la chica se tambaleó y empezó a desvanecerse, por tanto el presidente alargó la mano para sostenerla y evitar su caída. Al menos tuvo un acto de caballerosidad para con la dama.