Paleontólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), han recuperado 50 vértebras de la única cola articulada de dinosaurio que hasta el momento se ha descubierto en México.
Para realizar el hallazgo, los expertos han trabajado en el yacimiento de Coahuila durante un mes para quitar la roca sedimentaria con el fin de limpiar estos restos, que tienen 72 millones de años y que forman una cola de unos cinco metros de largo. Las 50 vértebras excavadas permanecen unidas entre sí como cuando el dinosaurio habitaba el planeta, así como los huesos largos y de la cadera que fueron encontrados.
El animal era un hadrosaurio o pico de pato con cresta, cuyo nombre científico es Lambeosaurio, según ha informado el INAH. Además ha indicado que la cola hallada equivale a la mitad del esqueleto, lo que significa que la longitud del dinosaurio era de unos 12 metros.
La autora principal de este trabajo, Felisa Aguilar, ha destacado que la recuperación de este esqueleto es de «gran importancia para la paleontología mexicana» porque es «muy raro encontrar este tipo de ejemplares con la mayoría de sus huesos unidos».
También ha destacado su relevancia para el estudio biológico de los dinosaurios. Su compañero Ángel Ramírez ha explica al respecto que este hallazgo «permitirá conocer las características de las vértebras». «Se observa cómo se van diferenciando en tamaño dependiendo de su posición en la columna vertebral», ha apuntado.
En el lugar de la excavación se han encontrado otras partes del esqueleto, entre éstas los huesos de las extremidades, y piensan que debajo de la cola está el resto del ejemplar, por lo que el trabajo continúa.